Vacuna contra el ego.
Abro una red social y me pregunta qué estoy pensando. Pues bien, pienso que no me gusta nada lo que nos está dejando esta desescalada. Lo que debería ser motivo de celebración (por fin estamos viendo datos esperanzadores que nos permiten poco a poco retomar nuestras vidas) y de respeto (a lxs que han sufrido y siguen sufriendo las consecuencias de esta pandemia que está azotando el mundo entero) se está convirtiendo en un campo de batalla en el que todxs queremos imponer nuestros argumentos por encima de los de lxs demás. Últimamente la política ha mutado en una suerte de fanatismo donde el debate se limita a una absurda lucha de egos.